Peligro en la Azotea

Al final, era verdad que las segundas partes no son buenas.
Esperando la Carroza II, no supo alcanzar el éxito de su antecesora, una de las películas de culto argentinas más taquilleras.
“Técnicamente fallida, conflictos poco originales, guión poco trabajado, gags malos y sin terminar”, sentencia Rodolfo Betanzos.

La primera versión de Esperando la Carroza se convierte en un clásico a pesar de ser una película grotesca, cargada de humor negro que exageraba la vida de una familia de clase media argentina (sus miserias y sus bajezas).
En la parte II, la misma familia se divide en ricos y pobres. Una temática ya vista por demás, gastada y reciclada en el cine y la TV argentina. Los pobres son los buenos pero basados en estereotipos fáciles, inocentes o completamente bizarros; y los ricos son los malos, excéntricos y estafadores.
Partiendo de esta premisa, “se parece más a un capitulo largo de Los Roldan".

Pese a las actuaciones de grandes actores como Luis Brandoni, Roberto Carnaghi y Betiana Blum, el vacío guión no sólo los opaca, si no que hasta llevan al aburrimiento.
Nuevamente otra arriesgada y errónea decisión del cine argentino.
Hay que destacar como factor influyente, a la falta del principal personaje encarnado por Antonio Gasalla (La nona) y China Zorrilla, quienes hicieron brillar la versión dirigida por Alejandro Doria. De aquí en más, superarla planteaba un desafío mucho más difícil. Así y todo, se filmó en poquísimo tiempo. Las recaudaciones hablarán por si mismas.

En una escala de 1 al 10, el crítico Betanzos, le pone sólo 3 estrellitas, “mas que nada por la decepción y ni siquiera intentar estar a la altura de la primera. En fin veanla y saquen sus propias conclusiones…”

Trailer Esperando la Carroza II: